Lost In Traslation: El encuentro de dos almas solitarias
Escrito por Radio Anáhuac el 4 de abril de 2022
“Me encuentro inmerso en una módica cabina de taxi, observando resplandecientes letreros que denotan modernidad a lo largo de Tokio, reflejados por el frágil cristal que acompaña el acabado del vehículo, este mismo desprende un movimiento continuo en mi retina, permitiendo interiorizar un cúmulo de innegable soledad difícil de ocultar y explicar”.
En ocasiones he podido imaginar que, aquellas palabras han sido pronunciadas por Bob Harris, protagonista de la película Lost In Translation, a escasos minutos de haber comenzado la cinta. La precisión en las imágenes captadas por Lance Acord (director de fotografía), hacen que aquel pensamiento poético, pueda verse introducido sin mencionar una sola palabra. Este y otros aspectos fascinantes, podemos encontrarlos en el mundo cinematográfico expuesto por la directora Sofia Coppola, una virtuosa mirada natural e intimista, que permea en personajes, situaciones familiares, amorosas o sociales; además brinda una sutil carga de influencias, experiencias y curiosidad palpables en la mayoría de sus producciones.
Lost In Translation (2003) es en mi opinión el filme, que no solo permitió el merecido reconocimiento por público y crítica hacia Coppola, también aborda uno de los temas que en algunos casos puede ser tomado como cliché, “el amor”. Ahora bien, este sentimiento puede conducir a distintos criterios, los cuales dependerán del desarrollo y creatividad impresa en la historia, pero el gran diferenciador encontrado en esta obra es el tiempo, la cálida huella marcada por minutos u horas permanece constante para contar esta conexión tan significativa entre dos individuos, que a la par comparten el tormentoso peso de estar solo.
Teniendo como punto focal el amor lentamente desencadenado, la directora se da a la tarea de realizar un análisis profundo a cada uno de los personajes que acompañan la trama, debido a los comportamientos, pasado y contemplación de la vida misma que cada uno contiene en su reservado y sensible mundo. Esta ejercitada labor ha servido de rasgo característico en la filmografía de Sofia, desde el cortometraje titulado “Lick the star”, hasta su más reciente película “On The Rocks”.
En primera instancia conoceremos a Bob Harris, interpretado de manera brillante por Bill Murray. Bob es un famoso actor, reconocido por sus roles en géneros de acción que, a una edad adulta ha pasado desapercibido en la industria; no obstante, sigue conservando gran prestigio por parte del público (esto es notorio en distintas escenas). La fama acumulada con el pasar del tiempo, le llevan a rodar una serie de comerciales para una reconocida marca de whisky en Tokio, realizando un viaje a kilómetros de casa, a un sitio que pareciera en inicio no comprender, debido al cúmulo de pequeños fragmentos que emanan tristeza y la ya mencionada soledad, encontrada en delgadas hojas de papel recibidas por fax, que son leídas con desánimo por breves y superfluas oraciones enviadas por su esposa.
El reloj encontrado en la habitación de Bob es testigo de como el desvelo puede consumir los pensamientos inquebrantables, situación que comparte a habitaciones de distancia con Charlotte (Scarlett Johansson), quien se encuentra con una mirada melancólica, plasmada en el duro vidrio resguardado por persianas automáticas, que enmarcan edificios y luces estimulantes al iris de cualquier persona.
Charlotte es el personaje que logra interiorizar la aflicción de su alrededor. Paredes, suaves sábanas en desorden y cigarrillos consumidos, conforman el diario y mundano entorno, que por el momento ella debe de considerar como hogar, una refracción de como se encuentra su estado de ánimo. Largos corredores solitarios donde el eco es perceptible abrazan sus noches de aburrimiento, donde el único contacto social ocasionalmente es el frío y compacto elevador, este mismo será en el que por primera vez ambos protagonista se vean por primera vez.
Las tonalidades pastel elegidas en la vestimenta de Charlotte, nos ayudan a comprender el significado de la añoranza, ya que ella se encuentra acompañando a su esposo llamado John, un exitoso fotógrafo comercial, el cual se encuentra en un acelerado ritmo de trabajo, por lo que resulta difícil coincidir con su esposa.
Uno de los principales temas en la película es la comunicación, singularmente partida en dos vertientes. La primera es llevada por los protagonistas conforme a su vida amorosa, ya que en cada una existen deficiencias, que impiden el entendimiento hacia el otro. Lo que lleva a Bob y Charlotte, comprender la situación por la que pasan y como esta puede ser la oportunidad para poder disfrutar en breves días, la compañía y encanto ofrecidos por el destino. Momentos simples o espontáneos, grabados por poderosas baladas como “More Than This” de Roxy Music, mientras la alegría es manifestada por excitantes karaokes, calles abarrotadas de autos y tragos bebidos. Por otra parte, los silencios no sirven como objeto de una aburrida conversación, al contrario, proporciona comodidad y apertura a su verdadera esencia.
En segundo lugar, nos encontramos con un país distinto, Tokio. Característico por sus costumbres ancestrales, métodos de trabajo novedosos o el impresionante avance tecnológico que hasta la fecha sigue siendo relevante. Coppola, permite que el espectador pueda presenciar el como la barrera del idioma, puede ser un detonante para establecer contacto con otras personas. La kinésica toma un juego relevante en la cinta (en especial con Bob), las gesticulaciones y posturas permiten generar un flujo continuo de mensajes que pueden resultar en el no comprendimiento o un entendimiento mutuo, que resulta satisfactorio.
El adiós nunca es fácil, siempre deja un hueco insoldable en nuestro corazón, cubierto por lágrimas sinsabores y recuerdos intocables que tratamos de conservar intactos. Lost In Translation, demuestra como el anhelado susurro producido durante una corta despedida, puede dejar estupefacto a cualquiera que, por alguna vez, ha sentido el fino y dulce roce del amor.
De este modo, hemos conocido el relevante trabajo desarrollado por Sofia Coppola, y como el encuentro de dos almas solitarias, sigue siendo un momento apasionante que a cualquiera le puede ocurrir.
Escrito por: Roberto Mendoza.