Analizando Belfast: Una mirada nostálgica e inocente

Muy probablemente has escuchado la frase: “Nunca olvides tus raíces”. Aquella inolvidable conexión con nuestra familia, valores y entrañables recuerdos mantiene un importante peso que trasciende a lo largo de nuestra vida. En el cine, no es una excepción el hecho de poder recrear breves instantes, en base a nuestro entorno íntimo. Por ello el director británico Kenneth Branagh, permite desprender una tierna y cruda vivencia, en un escenario verdaderamente desgarrador para Irlanda del norte y su capital “Belfast”, con la que Branagh da título a su más reciente producción.

El director logra matizar en primeros minutos imágenes de un entorno denotado por el progreso, así como colores saturados y llamativos enmarcan edificios, maquinaria industrial y sitios vanguardistas; el presente es notorio. Aceleradamente, la cinta se torna a un color blanco-negro, que más allá de tener una connotación triste, permite complementar aquella transición entre el delgado pasado y la nostalgia, palpable en muros de grueso ladrillo, retratados en primer plano por el Belfast de 1969.

Si bien la propia esencia del director es de gran peso en la historia, el periodo que transcurre en la trama es crucial no solo para comprender lo antes mencionado. Además, permite acercarnos de manera profunda hacia la visión inocente y catastrófica que experimentará en propia piel el protagonista de esta historia, Buddy un soñador niño con 9 años de edad. El conflicto armado conocido como “The Troubles”, mantiene un constante rol en la cinta, que, en momentos de serenidad y goce, se hace presente. Los gritos, multitudes agresivas y estallidos que erizan la piel por nerviosismo, hacen que el propio espectador pueda percibir detalladamente, un contraste entre la belleza de la inocencia en un momento donde los problemas están a la orden del día. Sin embargo, esta pesantes, se ve subsanada bajo la cotidianidad y transcurso de la vida misma, proceso que Buddy sabe aprovechar. Las calles por las que transita camino a la escuela, el acercamiento del primer amor y el contemplativo recurso del entretenimiento, esta vez brindado por el cine. Es interesante realizar un breve análisis, sobre algunas de las figuras clásicas del cine, que son referenciadas en Belfast.

El vaquero americano, es una notable alusión hacía un conjunto de comportamientos e ideales, que toda una generación se vio influenciada en ella. La intrepidez, valentía y convicciones aunadas a lo correcto, permanece en diversos extractos de la cinta, estos permiten generar otro punto relevante, que es el rol del cine en nuestra vida diaria. Ya que, más allá de ser en primera instancia un recurso para entretener, consigue eclipsar por medio de la magia desprendida cuadro por cuadro, una compilación de atesorados momentos que en un futuro nos servirán como figura inspirativa.

Cabe mencionar, la importancia hacia la familia dentro de esta historia. El arduo trabajo realizado por Branagh, logra imprimir en cada uno de los personajes que conforman la familia de Buddy, cuestiones que no solo están basadas en agregar características físicas y emocionales de forma simplista, al contrario, es un peldaño que maximiza la experiencia del director en la construcción de inolvidables roles. La estructura familiar mantiene constante sintonía con el entorno social, donde la principal motivación es el subsistir, en base a la búsqueda de nuevas oportunidades que beneficien a todos los miembros. El padre siendo el proveedor del hogar, un intermediario y negociador de conflictos que puedan perjudicar a algún ser querido. Expresa palabras aleccionadoras y al mismo

tiempo divertidas para dar a entender la importancia de los valores en el largo camino denominado como “vida”.

Por otro lado, la madre es el pilar que sostiene firmemente el aprendizaje, virtudes, cualidades y al mismo tiempo dedica gran parte de su vida, en consolidar personas de bien, guiadas por su educación, valores y principios inculcados en el hogar, estas características podrán ser encontradas en distintas escenas del filme. Ella misma, lleva consigo un desgaste emocional donde las preocupaciones (económicas, sociales) llegan a afligirle más que al resto de los miembros, ya que mantiene un cálido interés por el bienestar de su familia.

Finalmente, los abuelos, son aquellos guías dotados por vivencias y consejos, manteniendo un compás en la frase que inicia nuestro texto. Son las figuras que permanecen en el campo de batalla, observando como los hijos, nietos y toda la cadena familiar se ve desprendida en pro de salvaguardar su integridad.

Acercándonos a la pronta ceremonia 94° de los premios Oscar, Belfast logró conseguir un acumulado de 7 nominaciones, las cuales son:

– Mejor película.

– Mejor director.

– Mejor guion original.

– Mejor actriz de reparto.

– Mejor actor de reparto.

– Mejor canción original.

– Mejor sonido.

Una producción con tintes personales, la cual no debes perderte.

Escrito por: Roberto Mendoza.