El papel de la música en los sentimientos

A menudo escuchamos una canción e inmediatamente nos transporta a un momento particular de nuestras vidas, nos recuerda a alguien o a algo y hace que nuestro corazón vuelva a latir de la misma forma en la que lo hizo aquella vez, pero ¿cómo es esto posible? ¿por qué siempre que experimentamos algún sentimiento inmediatamente buscamos una canción que describa a la perfección por lo que estamos pasando?

Pues bien, la música, como todo tipo de arte, siempre va a expresar algo que su compositor sienta o piense y quiera transmitir, un mensaje de éste para ti, persona que escucha su música. Y es ahí donde empieza la magia, en una mente que, muy probablemente, pasó por una circunstancia similar a la tuya. Todos tenemos algunos sentimientos principales y vivimos cosas que nos conectan, algo en común y, aunque no siempre lo vemos, sentimos o reaccionamos de la misma forma, seguramente hay alguien que pensó como tú en el momento en el que lo vivió, por lo que, aunque haya millones de canciones, siempre habrá una con la que identificarte.

Claro, no siempre se trata de amor, sino que es un arma tan poderosa que permea en nosotros tanto que con ella se puede lograr cosas espectaculares, como la recaudación de fondos o la concientización de un problema social pero, yendo hacia el ámbito más cercano a nosotros, la música suele ser nuestra mejor amiga, porque también nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos y a lo que sentimos: ya sea que estamos enojados, tristes, felices, con miedo, asco, con el corazón roto o enamorados de la vida. ¿Has escuchado a alguien decir que un artista o una canción específica salvó sus vidas? Pues no bromean, la música nos acompaña y nos hace sentirnos acompañados y, sobre todo, comprendidos. Además, no sólo eso, sino que nos conecta, pues gracias a ella y a plataformas como YouTube, encontramos a quienes han pasado por lo mismo; es un mensaje de “hey, tranqui, no estás sólo, también me pasó, también lo sentí” que te hace saber que ellos saben, valga la redundancia, que es difícil pero que puedes salir de aquello.

Con o sin letra, existen ciertos ritmos que nos hacen tener cierta sensación, como escalofríos, nostalgia, emoción, intriga, empoderamiento, etc. Como mencionábamos al principio, la música nos hace recordar e inmortalizar momentos, pero ¿cómo? Pues bien, “la música, como los olores, es un potente evocador de recuerdos” (Royal School of Music, s.f., párr. 5), en especial si éstos están asociados con algún momento importante o con un gran impacto en nuestras vidas. Es por eso que también es tan importante en la integración de la banda sonora de una película, hace todo memorable, ¿lo sabías? Cómo cuando escuchamos el simple sonido de The Imperial March, sin verlo sabemos de quién se trata e inconscientemente esto hace a su personaje más memorable e icónico. Incluso y aún más sorprendente, estudios afirman que ayudan a personas con Alzheimer a recordar, pues, y respondiendo a una de las preguntas iniciales, nuestra memoria auditiva se encuentra en un área cerebral diferente a la parte de la memoria en la que están nuestros recuerdos, exactamente, y según Criado (2015) en el lóbulo temporal, que es la parte del cerebro que va desde la sien hasta la zona posterior del oído. Esta parte es la que se encarga, no sólo de almacenar, sino también de interpretar.

Las melodías nos hacen, finalmente, volver a vivir nuevamente. La música es ese abrazo cálido y sincero, además de que gracias a ella podemos explicar algo tan complejo como es un sentimiento, por lo que nos vuelve más empáticos y, por consiguiente, nos hace más humanos y nos conecta con otros, haciendo de este mundo más sensible, más real. Nos ayuda a soportar o a disfrutar lo que vivimos y a inmortalizar algo dentro de nosotros para siempre.

Redactado por: Alessandra Morales Espinosa